“Cuando las actitudes son negativas, constituye tanto un síntoma de problemas subyacentes como una causa que contribuye a las dificultades futuras de la compañía. El deterioro de las actitudes puede originar huelga, desaceleración del trabajo, ausentismo, y mayor rotación del personal. También suele ser parte de las quejas, el rendimiento bajo, la baja calidad de los productos y un deficiente servicio al cliente, robo de los empleados y problemas disciplinarios. Los costos organizacionales relacionados con las actitudes inadecuadas de los empleados pueden afectar gravemente la competitividad de la empresa.” (Keith Davis, 2002, Pág. 245)
Aludiendo la cita anterior podemos decir que; las personas sin compromiso en el ámbito laboral, lo que por inercia desarrollan actitudes inadecuadas y molestas, aportan al total fracaso del futuro de la empresa, creando un ambiente de inseguridad, deslealtad, irrespetuosidad, tenso y calamitoso para otras personas que no buscan ni toman el mismo camino que ellos.
En otras palabras, también se dice que no tan solo problemas económicos, o de estructura como compañía puede afectar y llevar a una empresa al fracaso, sino que el capital humano es totalmente fundamental para que el fracaso llegue de manera inminente a la organización, o bien antes de eso, que afecte al desarrollo de las cosas que se hacen dentro de la empresa y desmotivar así a los demás individuos creando un tipo de desconformidad social en contra de la organización.
“Casi todas las relaciones de trabajo producen cierto grado de conflicto con el paso del tiempo” (John W. Newstrom, 2002, Pág. 307)
Las relaciones interpersonales siempre están vulnerables a los cambios de estado de animo de las personas, ya sea esta dada por alguna situación o algún momento en que estén involucradas, y como tal, cada persona posee su forma de enfrentarse a las cosas de manera reactiva, y como reactivo en base a acciones que pueden resultar un conflicto dentro de estas relaciones que con el paso del tiempo se van haciendo mas cotidianas, casi como de familia.
John Newstrom plantea que los conflictos laborales aparecen inevitablemente con el paso tiempo, a lo que se podría tildar de lógico ya que sabemos que el ser humano es complejo e impredecible en sus comportamientos, y cuanto mas personas haya dentro de una organización, mas complicado es crear una empatía generalizada entre todos los individuos.
“Toda empresa tiene un sistema de comportamiento organizacional. En él, incluyen la filosofía, los valores, la visión, la misión y los objetivos de la organización, implícito y Explicito; la calidad del liderazgo, comunicación y dinámica del grupo; la naturaleza de las organizaciones formal e informal dentro de la entidad y la influencia del entorno social. Esos elementos se combinan para crear una cultura en que las actitudes de los empleados y los factores situacionales pueden generar la motivación y el logro de objetivo.” (Keith Davis, 2002, Pág. 49)
Lo que plantea Davis, es que son varios los factores que ayudan e impulsan cierto tipo de comportamientos del ser humano en la organización, y son aquellos los que aportan y ayudan al cumplimiento de metas y objetivos de la compañía, especialmente en circunstancias situacionales a los que se ve enfrentado la persona y sobresale el verdadero poder de decisión y acción de las que las enfrentan.
Lo más importante para lograr estos objetivos, es que los factores influyentes se combinan y pueden lograr diversos cambios en las actitudes de las personas para que estos logren una mejor comunicación, así podrán conectarse entre todos ellos por un objetivo en común, teniendo de modelo la misma misión y visión en conjunto, lo que los hace avanzar de manera coordinada y simétrica, al mismo tiempo con tal de fortalecer las herramientas y acciones para alcanzar el éxito que al final va en beneficio de todos los que forman parte de una compañía, ya sea de manera espiritual el sentirse realizado, según como lo plantea también Maslow en la pirámide de necesidades, o bien económicamente que es por lo que se trabaja finalmente.
“Los sentimientos de los empleados acerca de sus trabajos son muy dinámicos, ya que pueden cambiar de un mismo día, hora, o minuto. Estas actitudes variables hacia el trabajo se llaman estado de ánimo en el trabajo. Se pueden describir en un intervalo que va de negativas (“odio esta tarea”) a positivas (“estoy emocionado por este nuevo reto”), y de débiles a fuertes intensas. Cuando los empleados tienen un estado de ánimo muy positivo hacia su trabajo, es frecuente que muestren energía, actividad y entusiasmo. Ello resulta muy importante para el administrador, ya que de manera predecible produce mejor atención en el servicio al cliente, mejor ausentismo, mayor creatividad y cooperación interpersonal. El estado de animo en el trabajo se traduce en acciones gerenciales, como las alabanzas; la creación del ambiente lleno de diversión ocasional, humor y atmósfera poco pesada; así como proporciona un sitio del trabajo, y participar y alentar una cantidad razonable de interacción social”. (Keith Davis, 2002, Pág. 250 y 251)
Analizando lo anterior expuesto, podemos decir que mientras la persona esté amena en su totalidad, puede lograr diversos cambios de conductas (en su mayoría positivos) si es capaz de controlar el dinamismo y los estado de ánimo cambiantes a los que está sujeto el ser humano. Es por eso que mientras una persona arme una coraza en contra de cosas que pueden perjudicar enormemente el carácter de minuto de una persona, entonces no se deja envenenar y puede trabajar positivamente, y sobre eso contagiar a quienes no están actuando de la misma forma.
No tan solo vale estar capacitado en cuanto a herramientas de trabajo de manera pragmática, o de uso físico. Dotar de conocimiento en ese sentido y hacer que haga buen uso de ellas para obtener una mayor productividad como empresa puede servir porque son cosas reales y palpables para, por ejemplo, evaluar el desempeño, pero otro sistema de productividad también puede ser por calidad humana, ya que puede ser tan o más importante tener actitudes positivas que faciliten el uso de estas herramientas de manera mentalmente sana, lo que puede hacer que todos quieran aprender, utilizar, y cumplir metas en base solo a la armonía.
Ninguna persona se siente cómoda en un lugar en donde se nota un ambiente espeso e ingrato, sino más bien goza de la armonía, la paz y las relaciones fluidas que hacen de las cosas una forma más fácil de desarrollarnos en lo que queramos.
“La motivación laboral del individuo se relaciona con su satisfacción en el trabajo y las relaciones trabajo-familia. La motivación no es independiente del entorno laboral o la vida personal del empleado”. (Angelo Kinicki, 2002, Pág. 154)
Se dice que mientras el individuo se siente ameno en su trabajo, facilita las relaciones en la familia, por lo que estos núcleos sociales (Trabajo- Familia) no son muy distintas entre si, y la persona que se vea involucrada con ambas, puede arrastrar el comportamiento que lleva en la organización hacia el hogar. Si este comportamiento es uno positivo, entonces el individuo crea un ambiente ligero en la familia e influir en las relaciones que existen dentro de ella, por el contrario, si estos comportamientos son negativos, puede desencadenar un problema en el hogar, creando conflictos, frustración y enojo por algo que no fue creado precisamente ahí.
Esto lleva a pensar que nuestras actitudes afectan a nuestro entorno en general, y dependiendo de cómo uno se desenvuelva en uno u otro, igualmente estas influyen directamente entre sí.
Lo que kinicki explica es que si la persona tiene un trabajo de su agrado y es optimo para realizar sus gestiones, este tiene una mejor motivación en su trabajo, tanto así como que se encuentre en una situación trabajo-familiar buena, o sea que no se encuentre en ningún tipo de problema personal que afecte a su trabajo. También señala que la motivación no depende directamente de sus compañeros de trabajo o en donde lo realice, ni que su situación personal le impida motivarse al momento de gestionar sus deberes.
“El agotamiento es un problema grave en los centros de trabajo actuales: por todas partes, las compañías reducen su personal, subcontratan servicios externos (outsourcing) y emprenden reestructuraciones, lo cual hace que empleados de todos los niveles se sientan estresados, imágenes, malentendidos, subvaluados y enajenados”. (Christina Maslach y Michael P. Leiter, 2002, Cap. 15, Pág. 426)
Lo que Maslach y Leiter plantean, es que cuando hay modificaciones importantes a nivel de organización, de los cuales los individuos dentro de la empresa no están enterados, se produce un cierto grado de temor y molestos.
Se sabe que la mayoría de las personas es reacia al cambio en todo aspecto de cosas, es por eso que al aplicarlos se sienten vulnerables e inseguros dentro de sus puestos o de las actividades que realizan a diario. Cada una trata de protegerse, a veces, de la manera más egoísta que existe.
“Las organizaciones no pueden existir sin comunicación. A falta de ésta, los empleados no sabrían que hacen sus compañeros de trabajo, los administradores no recibirían información, y los supervisores y lideres de equipos no impartirían instrucciones”. (Keith Davis y John W. Newstrom, 2002, Pág. 56)
Si no existe comunicación, no hay relación alguna entre las personas que forman parte de la organización, y el caos seria un problema constante que vería enfrentado la compañía. En la Organización debe existir concordancia entre las funciones de todas las personas que pertenecen a una misma empresa, mas aun cuando el objetivo de la compañía es común para todos. Sino ocurre es, entonces la organización correría un grave riesgo.
“Puede decirse con entera confianza que todo acto de comunicación influye de alguna manera en la organización”. (Keith Davis y John W. Newstrom, 2002, Pág. 56)
“La cultura organizacional, que es producto secundario de la cultura social, a su vez afecta a los valores, ética, actitudes, supuestos y expectativas del individuo”. (Angelo Kinicki y Robert Kreitner, 2002, Pág. 58)
Apoyando esta teoría de Kinicki y Kreitner, en donde se explica que las metas de un individuo pueden verse empañadas si la cultura organizacional es mediocre y tensa, a su vez y por el contrario puede llenar de vitalidad a la persona para alcanzar con mayor fuerza el éxito, por lo que el no tener una cultura de sociabilización o empatía frente a los pares dentro de la organización influye directamente al cumplimiento de objetivos, metas, presupuestos y hasta sueños, por mas mínimo e insignificante sea para algunos.
“Las organizaciones del mañana serán mas planas, estarían basadas en la información y se organizaran en torno a equipos. Ello implicaría que casi todos los empleados deben mejorar sus habilidades de equipo”. (Angelo Kinicki y Robert Kreitner, 2002, Pág. 260)
La futuras políticas organizacionales harán que las personas pierdan relaciones interpersonales, o que no interactúen entre sí, o bien no de la manera que lo podían hacer antes, esto ya sea por el avance de la tecnología, o por el simple hecho de que el ser humano es un ser ambicioso y solo se preocupa con hacer dinero y no con hacer amistad. Por ello, más adelante se debe primar los trabajos en equipo y la compenetración de ellos por un objetivo en común. Si las personas no tienen la capacidad de comunicarse como tal, entonces no se exponen ideas, ni se hacen reconocimientos, y nada de lo que se podría desarrollar o lograr, haría sentido, mas que con un fin llamado lucro.
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